Entendemos
por
disbiosis
intestinal
un
desequilibrio
de
la
microflora
intestinal,
de
su
actividad
metabólica
y
de
su
distribución
a
lo
largo
del
intestino.
Este
desequilibrio
puede
tener
su
origen
en
causas
diversas
como
los
trastornos dietéticos (alto consumo de proteínas de origen animal, de azúcares simples, etc.), estrés, fármacos , etc.
Un
funcionamiento
inadecuado
del
sistema
entero-hepático
(intestino-hígado)
da
lugar
a
que
las
sustancias
nocivas
del
intestino
pasen
a
la
sangre
y
que
se
acumulen
en
el
cuerpo.
En
función
de
la
persona,
de
su
genética
y
estilos
de
vida se pueden producir diversas patologías: trastornos en la piel, en las articulaciones, trastornos menstruales, etc.
Los síntomas que nos indican la presencia de una disbiosis a nivel intestinal son:
Flatulencia.
Lengua blanca.
Intolerancias alimentarias.
Estreñimiento.
Picor en ojos, nariz, ano.
Nerviosismo.
Irritaciones cutáneas.
Reacciones alérgicas.
Articulaciones dolorosas (sin causa).
Pérdida de memoria.
Dolor de cabeza, migrañas.
Infecciones de las mucosas.
Trastornos de la vista.
Dificultades de dormir o bajón anímico.
Intolerancias para sustancias químicas.
Cansancio fuerte o crónico.
Agujetas o debilidades musculares de tipo repetido.
En hombres: Inflamaciones de próstata o de vejiga repetidas, Impotencia.
En
mujeres:
secreción
vaginal,
pérdida
de
la
líbido,
dolor
en
las
relaciones
sexuales,
picor
en
labios
vaginales,
infecciones
repetidas
de
vejiga,
ganas
de
orinar
y
tenesmo
vesical,
síndrome
premenstrual,
calambres abdomen inferior.
Habrá
una
mayor
cantidad
de
síntomas
si
hay
más
disbiosis
intestinal.
Este
trastorno
puede
originarse
por
una
intolerancia
alimentaria
en
primer
lugar
(las
personas
pueden
estar
toda
su
vida
comiendo
sin
saberlo,
alimentos
que
no
toleran
como
los
lácteos,
azúcares,
etc.
y
ser
éstas
las
causas
del
deterioro
intestinal);
también
puede
deberse
al
síndrome
celíaco,
enfermedad
de
Crohn,
giardiasis
crónica
y
candidiasis
intestinal
(las
mujeres
con
candidiasis vaginales, tienen seguro candidiasis intestinal).
Las
consecuencias
son
múltiples,
pero
recalcar
que
se
asocia
con
dermatitis
atópica
y
enfermedades
autoinmunes;
una
permeabilidad
aumentada,
constituye
un
factor
importante
en
la
patogenia
de
la
espondilitis
anquilosante
y
la
artritis reumatoide.
Es
destacable
también
que
los
dolores
por
artrosis
de
las
articulaciones
de
miembros
inferiores
(cadera,
rodilla,
tobillo)
tienen
un
origen
en
la
mayoría
de
las
ocasiones
en
un
intestino
alterado,
y
el
tratamiento
dietético
disminuye
o
puede
hacer
desaparecer
el
dolor,
si
la
degeneración
no
está
muy
avanzada;
lo
más
característico
es
el
dolor por condromalacia rotuliana, que tiene una mejoría espectacular.
Asimismo,
podemos
encontrar
como
dolor
referido
de
la
Disbiosis
Intestinal:
dolor
en
las
articulaciones
sacroiliacas;
o
dolor
lumbar;
o
tendinopatía
de
los
adductores
(intestino
delgado);
o
tendinopatía
del
Tensor
Fascia
Lata
(colon);
o algunas ciatalgias y/o cruralgias; o dolores menstruales; o espasmo del piramidal.
Podemos
afirmar
que
la
gran
mayoría
de
la
población
(80-90%)
tiene
la
permeabilidad
intestinal
aumentada, con diferentes consecuencias. Ello se debe a:
Exceso
de
azúcar
o
carbohidratos
refinados
;
alimentos
como
el
pan,
pasta,
bollería
e
incluso
miel
son
el
alimento
principal
de
los
microorganismos
patógenos
que
invaden
el
intestino
”débil”.
A
parte
de
alimentarlos
directamente,
los
azúcares
y
harinas
refinadas
aumentan
los
niveles
de
glucosa
en
la
sangre,
a
través de la cual, también podemos alimentarlos.
Agua del grifo
: El cloro destruye la flora intestinal, y el flúor deprime el sistema inmunitario.
Uso
de
antibióticos,
corticoides
y
hormonas
sexuales
sintéticas
(parches
en
menopausia,
píldora
anticonceptiva,
etc.):
Los
antibióticos
destruyen
la
flora
intestinal
bacteriana,
pero
no
muchos
microorganismos
patógenos,
como
las
cándidas.
Esto
hace
que
puedan
crecer
sin
ningún
microorganismo
que
las
controle.
Por
otro
lado,
la
cortisona
deprime
el
sistema
inmunitario,
y
las
hormonas
sintéticas,
entre
otros daños, destruyen ciertos nutrientes (como la vitamina B6) vitales para la salud del sistema inmunitario.
Embarazo
:
Durante
este
etapa
los
niveles
de
progesterona
aumentan,
induciendo
a
las
glándulas
endometriales
a
producir
glucógeno,
lo
cual
favorece
el
crecimiento
de
las
cándidas
vaginales.
Por
otro
lado,
unos
niveles
altos
de
progesterona
pueden
provocar
resistencia
a
la
insulina,
causando
un
exceso
de
glucosa
en la sangre y favoreciendo el crecimiento de las cándidas.
Estrés
continuo
:
Un
exceso
de
cortisol
deprime
el
sistema
inmunitario,
aumenta
los
niveles
de
glucosa
y
destruye la flora bacteriana intestinal.
Disminución
de
las
secreciones
digestivas
:
La
falta
de
ácido
clorhídrico
y
de
enzimas
digestivas,
o
el
exceso
de
alimentos
ácidos
(sobre
todo
alimentos
de
origen
animal)
impide
la
correcta
digestión
de
los
alimentos,
produciendo
fermentación
y
putrefacción
intestinal.
Esto
genera
sustancias
irritantes
para
la
mucosa
intestinal,
favoreciendo
el
desequilibrio
de
la
flora
intestinal
y
el
crecimiento
de
los
microorganismos
patógenos.
Falta
de
nutrientes
:
Necesitamos
una
gran
cantidad
de
nutrientes
para
mantener
el
sistema
inmunitario
sano,
regular
las
hormonas,
mantener
una
producción
sana
de
secreciones
digestivas
y
regular
la
glucosa,
factores
todos
de
vital
importancia
para
el
control
de
la
flora
sana.
Cuando
sufrimos
desnutrición,
el
sistema
inmune falla, y los microorganismos patógenos tienen más oportunidad de crecer.
La
permeabilidad
intestinal
asimismo
puede
estar
influenciada
por
varios
factores
:
infecciones
intestinales,
deficiencia
de
IgA
secretora
de
nacimiento,
alimentos
alergénicos,
productos
tóxicos,
alcoholismo
y
medicamentos,
principalmente
antiinflamatorios
no
esteroideos
(AINEs).
Resaltar
que
en
los
pacientes
con
artritis,
cuya
patogenia
o
causa
puede
venir
originada
por
una
alteración
de
la
permeabilidad
intestinal,
esta
se acentúa aún más, por la acción de los AINEs que suelen prescribirse en esta enfermedad.
Patologías secundarias a la Disbiosis
De
origen
digestivo
por
lesión
directa
de
componentes
de
la
dieta
sobre
las
vellosidades
y
estructura
de
la
pared
intestinal
o
deficiencias
de
dicha
mucosa:
Alergias
alimentarias
(IgE);
intolerancias
alimentarias
(IgG);
deficiencia
de
secreción
de
IgA;
Enfermedad
Inflamatoria
intestinal;
Enfermedad
de
Crohn;
Enfermedad
celíaca.
Por
mecanismos
indirectos
debidos
a
patologías
extraintestinales
:
Pancreatitis
aguda;
cirrosis
hepática;
Ictericia obstructiva.
Procesos
no
digestivos
:
Estrés
”del
ejecutivo”;
artritis
reumatoide
y
patologías
de
las
articulaciones;
patologías
dermatológicas
crónicas
(eczema
atópico);
síndrome
de
Reiter;
fibrosis
quística;
espondilitis
anquilosante; esquizofrenia.
Hay
veces
en
las
que
la
causa
y/o
la
consecuencia
es
Iatrogénica
:
Antiinflamatorios
no
esteroideos;
abuso
de
alcohol;
antibioterapia
prolongada,
estrés
hiperosmolar;
quimioterapia;
radioterapia;
infecciones
gastrointestinales;
disbiosis
intestinal
(bacterias,
levaduras,
virus,
parásitos);
Giardiasis
crónica;
Candidiasis
crónica; Tropical sprue.
Las
enfermedades
descritas
hasta
el
momento
que
pueden
ser
secundarias
al
intestino
permeable,
después
de
mucho tiempo de evolución, son:
Enfermedad de Crohn
Colitis
Síndrome del intestino irritable
Artritis reumatoide
Lupus
Asma
Psoriasis y eccema
Sinusitis
Esclerosis múltiple
Fibromialgia
Síndrome de la fatiga crónica
Hipotiroidismo
Hipoglucemia
Depresión y estados de ansiedad
Anemia
Acné
Urticaria
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