¿Por qué debe evitarse la carne de cerdo y sus derivados?
El
efecto
intoxicante
venenoso
es
una
peculiaridad
de
ciertos
componentes
del
cerdo.
Estos
vienen
a
ser
responsables
de
las
fases
de
enfermedad
que
aparecen
tras
su
ingestión.
Entre
las
sustancias
que
contiene
el
cerdo
y
que
pueden
activar
procesos
de
defensa
en
el
organismo,
vamos
a
citar
algunas
que
hacen
que
esos
esfuerzos
de
defensa
aparezcan
como
enfermedades.
De
entre
las
sustancias
tóxicas
que
tomamos
con
la
comida,
el
Dr.
H.H.
Reckeweg
estimó
que
las
"sutoxinas"
(toxinas
propias
de
la
carne
del
cerdo)
se
encontraban entre las más peligrosas.
La carne de cerdo es una homotoxina pesada que lleva al organismo a padecer numerosas enfermedades como una reacción defensiva.
Desde
un
punto
de
la
homotoxicología
al
analizar
los
trabajos
existentes
en
las
diversas
investigaciones
científicas
sobre
la
carne
de
cerdo
vemos
que
muchas
sustancias
que
la
componen
se
comportan
como
alergizantes,
como
homotoxinas
fuertes
y
como
factores
tóxicos
de
sobrecarga.
La
grasa
ingerida
va
a
inundar
nuestro
torrente
circulatorio
y
se
va
a
depositar
en
nuestro
cuerpo
como
tal,
sobrecargando
el
conectivo
y
dando
lugar
a
procesos
patológicos
como
una
hipertensión,
trastornos
de
la
matriz
extracelular,
arteriosclerosis,
insuficiencia
coronaria,
etc.
Los componentes perjudiciales de la carne del cerdo se dividen según Reckeweg en siete grupos:
1.
Sustancias mucosas mesenquimáticas con elevado porcentaje de azufre.
Van
a
incluir
ácido
hialurónico,
hexosamina,
glucosamina,
etc.
por
ello
quienes
consumen
su
carne
tienen
una
inflamación
del
mesénquima
que
puede
llevar
a
la
adiposidad,
artrosis,
reumatismo
y
otras
alteraciones
donde
hay
pérdida
de
la
resistencia
en
las
fibras
elásticas al volverse gelatinosas. El azufre que posee va a disminuir la consistencia del cartílago humano.
El
Dr.
Leffre
comprobó
experimentalmente
que
los
componentes
de
un
tejido
cuando
han
sido
ingeridos
y
descompuestos
se
dirigen
hacia
el
mismo
tejido
del
huésped
al
que
biológicamente
corresponden,
es
decir,
aquellos
pacientes
que
consumen
patas
de
jamón
tendrán mayor acúmulo de sustancias mucosas procedentes del cerdo en sus nalgas dándoles un aspecto antiestéticamente onduladas.
2.-
Colesterol
.
Las
macro-moléculas
sanguíneas
están
llenas
del
mismo
y
conllevan
patogenéticamente
a
la
arteriosclerosis,
hipertensión
arterial y plétora. Juega un papel importante en las coronariopatías, y trastornos circulatorios periféricos.
3.-
Carne
de
característica
grasa,
al
situarse
la
grasa
intracelularmente
.
Cuando
se
come
cerdo
se
deposita
su
grasa
firmemente
en
el
tejido conectivo ya que ésta contiene más calorías que las proteínas y carbohidratos.
Nuestro
sistema
defensivo
se
activa
de
un
modo
especial
frente
a
su
grasa.
Al
depositarse
en
el
tejido
conectivo
va
a
producir
una
inflamación del mismo
4.
Hormona del crecimiento.
Va a favorecer los crecimientos anómalos, los procesos infecciosos, la adiposidad, edemas tisulares y la formación de fases neoplásicas.
Debido
a
dicha
hormona
un
cerdo
de
ceba
que
pesa
poco
al
nacer
tendrá
más
de
cien
kilogramos
en
5
meses
y
posee
cada
vez
más
grasa
y menos huesos y músculos.
5.
Imidazoles e Histamina.
Esas
sustancias
son
irritantes
y
dan
lugar
a
inflamaciones.
Se
producen
apendicitis,
colecistitis,
leucorreas,
eccemas,
urticarias,
herpes,
etc.
En
los
estudios
homotoxicológicos
se
considera
a
la
histamina
una
sustancia
productora
de
asma,
rinitis
alérgica,
infarto
de
miocardio,
gastritis, inflamaciones, etc.
6.
Agentes oncogénicos.
Se
les
ha
denominado
así
por
Nieper.
Speransky
creía
que
eran
los
iniciadores
de
los
procesos
degenerativos
mientras
que
Reckeweg
los
considera
factores
importantes
en
la
presencia
de
los
procesos
neoplásicos
pero
no
puede
determinar
si
son
indicadores
del
proceso
o
bien los iniciadores.
7.
Virus de la gripe.
Se
adquirirá
al
consumir
embutidos
y
de
ahí
emigrará
hacia
los
pulmones
que
es
su
tejido
biológicamente
activo
ya
que
en
el
cerdo
pasará
todo
el
verano
en
los
mismos.
Cuando
llega
la
primavera
brotan
las
epidemias
del
mismo
al
reproducirse
si
hay
una
debilidad
del
sistema inmune por resfriados, déficits vitamínicos o carencia solar.
Si
no
se
castra
unos
meses
antes
de
su
sacrificio
a
los
cerdos
machos
su
carne
tendrá
un
sabor
hediondo
debido
a
sus
hormonas
andrógenas.
Además
tienen
una
corta
edad
biológica
y
se
les
mata
antes
de
seis
años
de
vida
sino
se
producirían
degeneraciones
cancerosas.
Debido
a
los
componentes
perjudiciales
de
la
carne
del
cerdo
cuando
lo
consumimos
podemos
padecer
todos
los
procesos
vistos
antes
ya
que
nuestro
cuerpo
no
logra
metabolizarlos
ni
eliminarlos
por
medio
de
las
fases
de
excreción
generándonos
enfermedades
crónicas
y degenerativas. Si hay muchos residuos tóxicos provenientes del cerdo nos provocan inflamación, dolor.
Ya
se
ha
comentado
que
su
consumo
crónico
genera
acúmulos
de
grasa
y
trastornos
de
nuestra
sustancia
cartilaginosa
que
pierde
su
consistencia
dura
y
se
ablanda,
tornándose
gelatinosa
y
produciéndose
artrosis,
reumatismos,
artritis,
osteocondritis
y
otras
diversas
afecciones.
Para la homotoxicología, los diferentes tipos de enfermedades y sus fases son procesos biológicos adecuados. La enfermedad surge como
una
expresión
de
una
lucha
del
sistema
fluyente
del
ser
humano
representando
el
intento
del
organismo
de
compensar
los
daños
producidos
por
las
homotoxinas.
No
deben
suprimirse
esos
procesos
biológicos
ya
que
el
organismo
pretende
recobrar
la
salud
por
medio
de
excreciones
inflamatorias
y
si
se
cortan
éstas
aparecen
lo
que
se
denomina
como
"retoxicaciones"
produciéndose
una
exacerbación
de
la
enfermedad.
Las
retoxinas
aparecen
cuando
se
inhiben
o
alteran
las
fases
humorales
de
las
enfermedades
desarrollándose
las
fases
de
impregnación.
Ello
ocurre
al
tomar
antiinflamatorios,
antibióticos,
antipiréticos,
antihistamínicos,
quimioterapéuticos,
etc.
Así
el
uso
de
antibióticos,
si
están
bien
prescritos,
consiguen
destruir
los
gérmenes
patógenos
pero
no
eliminan
las homotoxinas que han generado la enfermedad sino todo lo contrario, el proceso se agrava aún más al generarse más residuos tóxicos.
Las
sutoxinas
de
la
carne
de
cerdo
favorecen
el
crecimiento
de
patógenos
en
nuestro
organismo
por
ello
quién
no
lo
consume
no
suele
tener
gripe
viral
y
esto
es
muy
importante
en
la
tercera
edad
por
las
graves
consecuencias
que
les
acarrea,
no
siendo
la
solución
sino
todo
lo contrario las diversas campañas de vacunación anual a las que someten a este colectivo tan vulnerable.
No
es
adecuado
el
consumo
de
su
carne
por
la
forma
con
que
los
sacrifican
ya
que
los
cerdos
están
altamente
estresados
antes
de
degollarlos, y generan mucho ácido láctico a nivel muscular que pasa a la sangre antes de fallecer, por lo que se acidifican.
Debemos
dejar
de
consumir
carne
de
cerdo
lo
antes
posible
por
las
numerosas
enfermedades
que
nos
acarrea
su
consumo
y
ayudar
a
nuestro organismo a eliminar esas sutoxinas para que no se formen fases neoplásicas.
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